Una vez adentro de aquel lugar se puede elegir entre todas las habitaciones según los elixires preferidos de cada uno. Aquellas damas hermosamente alegres llevaran las bandejas doradas repletas de aquellos manjares. Todos tienen su lugar en el palacio para todo tipo de derroche y distracción.
Ella te soplara al oído las cartas de los demás haciéndote creer su elegido cuando en realidad terminan secreteándole tus cartas a algún jugador oponente, al final solo disfrutara de su cuerpo un tercero que ni siquiera formaba parte de aquella partida.
Cada uno disfruta como mas le gusta, nada mas queda que reír y recordar penas amargas que serán tapadas con el disfraz de la locura.
El rey solo observa a sus invitados y disfruta riendo a carcajadas que resuenan en todos los rincones, ama el solo hecho de verlos desinteresados por el afuera y sin control alguno de lo que otros puedan pensar.
A la mañana siguiente las ninfas solo son mujeres desnudas y los tipos se van a laburar como todos los días.
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